En vez de dar rienda suelta apasionadamente a nuestra razón por defender el derecho natural, os invito a realizar otro razonamiento, mucho más pragmático y muy simple:
1. Dejad que todos los hombres que se quieran casar con hombres, lo hagan…
2. Dejad que todas las mujeres que se quieran casar con mujeres, lo hagan…
3. Dejad que todos los que quieran abortar, aborten sin limitaciones…
En tres generaciones, ya no quedarán socialistas…