Ya se ha desatado el vendaval para que se lleve a la actual dirección del Partido Popular a mil kilómetros de la sede de Génova, 13. La gente ya no se calla: no aguanta más.
Esperaban salvar a Rajoy si consiguiera la mayoría absoluta en Galicia y si ganara las elecciones Europeas, pero los militantes del Partido Popular no aguantan ni un minuto más. Antes de que se hunda el partido, prefieren que desaparezca Rajoy y su descalabrado equipo.
Ha sido como un retortijón colectivo. Ha bastado la pésima actuación de Rajoy y Cospedal en el caso de las acusaciones de espionaje y su falta de recursos para salir airosos ante la brutal campaña de acoso del juez Garzón para que los simpatizantes del PP hayan comenzado la búsqueda de Aznar, único político capaz de recoger lo que quede de ese PP que se ha ido desbaratando en los últimos cinco años hasta convertirse en un partido sin discurso, sin ideas y mantenido en equilibrio entre familias y barones.
Ni siquiera Fraga organizó el partido tan mal como Rajoy.
El Comité Ejecutivo se reúne para analizar la situación, pero deberían tomar la decisión más consciente: el equipo que se aupó a la Dirección del PP hace nueve meses no puede llevar las bridas de este caballo, salvo al cementerio. Y antes de que eso pase, la gente acudirá en masa a increparles, porque ya no aguantan más. Ya no se callan.
Nadie en España cree que Rajoy pueda llegar a La Moncloa. Nadie ve en él a un líder político capaz de presidir con garra el Partido Popular.
Rajoy es un hombre bueno y honrado. Y ya. Esas son todas sus características como líder político. Pero la gente busca a alguien bueno, honrado, fuerte, sagaz, valiente, competente, organizado, astuto, hábil, rápido, creador, vigoroso, claro, lúcido y que sea capaz de pensar tanto en su partido como en España.
La gente empieza a buscar a Aznar para que el PP no desaparezca. Y luego, ya se verá.
Visto en el blog Mar Brava, de Miguel Angel Rodríguez. Y suscripto 100%.