Son los miembros del gobierno de Argentina. Unos payasos descomunales, que no cejan en su empeño por hundir a los argentinos en la vergüenza y el oprobio internacionales, con tal de conservar su miserable parcela de poder (y el flujo de caja, obviamente).
Resulta que ahora, para tapar el descontento social que empieza a manifestarse, o se inventan que la presidentA tiene un cáncer que no existe, una expropiación teñida de folklore nacionalista, una guerra mediática con Gran Bretaña (la de verdad no, porque ya salieron escaldados, aunque no aprenden). Y como no alcanza… pues una bomba contra un ex-presidente extranjero!
Al parecer, varios miles de personas se reunieron ayer en Buenos Aires a pesar de la llovizna persistente, sin apoyos de ningún tipo, convocadas por la indignación y el «boca-a-boca» para dar un «abrazo simbólico» al Palacio de Justicia, reclamando por la independencia del Poder Judicial. Independencia que dejó de existir formalmente desde el advenimiento del peronismo post-Perón con Menem (que «elegantemente» daba a los jueces molestos una «patada hacia arriba» promoviéndolos) o al gangsteril estilo Kirchner.
El gobierno de Cristina Kirchner, sumergido en una crisis severa, tanto en lo económico como en lo social, con los sindicatos protestando, piquetes y cortes de calles, denuncias de intervenciones ilegales de teléfonos y planes de secuestro, problemas con otros países (España, Uruguay, Brasil, Gran Bretaña), tremendos accidentes ferroviarios por falta de mantenimiento y corrupción, una inseguridad personal a causa de la criminalidad que no para de aumentar y que incluye a la policía entre los delincuentes, y un largo etcétera, agudiza su ingenio para tapar la realidad.
¿Y como silenciar el descontento? Nada mejor que no hacerlo aparecer en las noticias. Y para ello, nada mejor que inventarse algo truculento. Así como antes se inventaron un cáncer de tiroides para Cristina Kirchner, ahora se inventaron una bomba para matar al ex-presidente colombiano Álvaro Uribe, que hoy iba a dar una conferencia en elTeatro Gran Rex de Buenos Aires
El juez-estrella del kirchnerismo, Norberto Oyarbide, se presentó ayer -inmediatamente después de «conocerse» la presencia de un artefacto, y dijo que la bomba «podía causar muchas muertes» y que tenía capacidad para provocar «consecuencias absolutamente impredecibles».
Frente a la terrible capacidad destructiva de la bomba descrita por Oyarbide, dijo la Policía Federal que:
– se trataba de una caja de cartón de móvil, que contenía una carga compuesta por dos bombas de estruendo de 2 pulgadas«.
– la carga reactiva estaría dada para unos 50 gramos de pólvora negra cada una«.
– la alarma del teléfono móvil estaba puesta para activarse 16.20» del día siguiente (o sea, hoy), hora en la que el ex presidente Uribe debía estar en la sala teatral.
–estaba todo «preparado para tener un efecto más de conmoción, llamativo, que de destrucción«.
En Argentina lo único que seguramente va a explotar por los aires -y no faltando mucho- es la economía del país. Y con los «amigos» que su gobierno va haciendo por todas partes…. dudo que los argentinos sean bienvenidos en ninguna parte.