…. y «muy simpático y caritativo» le faltó decir a la abogada de oficio que defiende a Juan Manuel Morales, el estudiante que casi comete una masacre en Baleares. Y mientras tanto, va pidiendo un examen psiquiátrico y psicológico «exhaustivo» de su cliente. Y se quejaba de que «se ha creado una alarma social exagerada».
Y su cliente -que no es un «niño» sino un adulto de 21 años- fue detenido antes de cometer una masacre en la Universidad de Baleares, tal como reconoció a la policía al ser detenido en su casa tras recibir 140 kilos de explosivos.
Y la letrada no sólo piensa que su cliente estaría como un cencerro… pero «monísimo», sino que va a por más: ahora quiere responsabilizar al padre de la criatura, porque al parecer tenía una relación «nefasta» con su hijo y lo maltrataba. «Maltrato» hoy es una palabra tan bastardeada, que hasta un pedo es considerado «violencia de género» por los jueces.
Yo estaría más por la labor de pedir un examen psiquiátrico a la abogada. Porque me parece que está mucho peor ella que el fracasado Columbine ibérico.